Archivo diario: julio 30, 2012

“La revolución llega cuando menos se la espera”

 
La activista e investigadora en movimientos sociales, Esther Vivas, presenta en Valencia su libro “Planeta indignado”.

“La revolución llega cuando nadie la espera; la puntualidad no es su fuerte”, afirmaba el filósofo y dirigente trotskista, Daniel Bensaïd. La activista e investigadora en movimientos sociales y políticas agroalimentarias, Esther Vivas, retoma estas palabras como antídoto frente al derrotismo, en un presente marcado por la crisis, los planes de austeridad y los recortes. “El 14 de mayo de 2011 nadie hubiera dicho que al día siguiente se ocuparían las plazas y comenzarían, de manera inesperada, actos de desobediencia civil en todo el estado; nadie hubiera vaticinado el nacimiento del 15-M”, asegura.

Invitada por la plataforma Auditoria Ciutadana del Deute del País Valencià, Esther Vivas ha presentado en Valencia el libro “Planeta indignado. Ocupando el futuro” (Ed. Sequitur), que la activista ha escrito en colaboración con Josep Maria Antentas. Durante su intervención, Vivas ha repasado las causas del surgimiento del 15-M, sus logros y principales retos, coincidiendo con el primer aniversario del movimiento de los indignados.

¿Por qué eclosiona el 15-M? ¿Por qué mucha gente que nunca se había movilizado o permanecía en su casa, víctima del desencanto, decide salir a la calle? En primer lugar, a juicio de Esther Vivas, por la gran crisis económica y social del sistema capitalista en la que estamos inmersos. “La indignación aumenta a medida que el 99% de la población se empobrece y paga los platos rotos de una crisis que no ha generado; la gente dice basta y quiere opinar; no entiende, por ejemplo, que los sueldos de los directivos de las empresas del IBEX 35 sean 90 veces superiores a los del asalariado medio; o un incremento del 9% del valor de los grandes patrimonios (en 2010 respecto al año anterior); o que Telefónica anunciara en 2010 un recorte del 20% de la plantilla mientras declaraba beneficios un 20% superiores a los del año anterior. Estas noticias actuaron como motor de la indignación popular en mayo de 2011”.

Además, en un contexto de protesta global y de luchas internacionalistas (la primavera árabe, sobre todo en Túnez y Egipto, o el referéndum en Islandia por el que el pueblo se niega a asumir la deuda con los bancos británicos y holandeses) se empieza a romper con la resignación. “Pensar que podemos cambiar las cosas es el primer paso para efectivamente cambiarlas; es ésta una de las grandes aportaciones del 15-M”, subraya Vivas. Un año después, agrega la activista, “en el estado español los ciudadanos estamos pagando el rescate de la banca; es éste otro elemento que aviva la protesta; porque nosotros no vamos a ver ni un euro de los 100.000 millones destinados a reflotar los bancos españoles”.

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